domingo, 29 de septiembre de 2013

REFLEXIONES SOBRE LA MUERTE



"Mejor es un nombre que el buen aceite, y el día de la muerte que el día en que uno nace. Mejor es ir a la casa del duelo que ir a la casa del regocijo, porque este es el fin de toda la humanidad; y el que está vivo tiene que poner esto en su corazón" (Eclesiastés 7:1,2).
La vida en este sistema inicuo es corta, difícil y muchas veces dolorosa. Estar en la 'casa del duelo' es mas provechoso porque puedes dar apoyo moral y emocional a tus hermanos y amigos y el ver y examinar la fragilidad de la vida hace que te preguntes: ¿qué estoy logrando en lo que me afano tanto? ¿soy mas feliz con esto que estoy haciendo? ¿estoy haciendo feliz a otros? ¿estoy haciéndome un 'buen nombre ante Dios' ayudando al prójimo como Cristo lo hizo? Es bueno pensar, o 'poner nuestro corazón en nuestros caminos' y ver si 'no estamos dando golpes al aire'.
Hoy he reflexionado muchísimo, tengan por seguro mis amados amigos que en un parque lleno de pasto, arboles y flores daremos la bienvenida a quienes hoy lloramos. El sufrimiento refina, la muerte no es invencible, pues como el ultimo enemigo, la muerte, ha de ser reducida a nada, y "Tus muertos vivirán... cadáver mío... se levantarán. ¡Despierten y clamen gozosamente residentes del polvo! Porque tu rocío (el de Dios) es como el rocío de malvas, y la tierra misma dejará que los que están impotentes en la muerte caigan en nacimiento" (Isaias 26:19; léase también Ezequiel 37:3-14).
Tengo tristeza... sí, me acuerdo de mis propias perdidas y mis propios dolores, hago mias sus lagrimas pues tambien hoy lloré. Este dia veo una perspectiva distinta de mi propio dolor y ver su fortaleza me hace dar cuenta de que la fe nos sostiene tanto. 
Gracias amigos, gracias por darme este calibre de ejemplo.
Un abrazo.
Gracias

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