viernes, 22 de junio de 2012

PARE, MIRE, ESCUCHE


Santiago, 26 de Abril 2011.
"Escolar de 15 años muere atropellada mientras caminaba con audífonos en Maipu.
La menor cruzó en un lugar no habilitado y no se percató del bus porque tenía puestos sus audífonos mientras escuchaba música".
Santiago, 20 Junio de 2012.
"Hombre de 28 años muere atropellado por tren de carga en comuna de Padre Hurtado.
La victima iba caminando desprevenido cuando, escuchando música a volumen fuerte con sus audífonos, no se percató de la llegada del tren que le quitó la vida".


Noticias tan lamentables como estas sin duda nos hacen reflexionar en lo importante que es estar atentos en el camino de la vida. Cuando leemos la frase en la Biblia: "Manténganse alerta", ¿lo tomamos en serio? ¿Cuan grave puede ser caminar "desprevenido" por la vida? ¿Somos prudentes evitando las zonas de peligro? ¿Tenemos los oídos bien atentos para escuchar y sentir el peligro para ponernos a buen resguardo? ¿O tenemos los oídos "embotados" y no prestamos atención a las advertencias? Jesucristo dijo: "Presten atención a cómo escuchan" (Lucas 8:18)
Hacernos estas preguntas puede significar la diferencia entre la vida y la muerte, tanto física como espiritual.
Cuando el siervo de Jehová va en el camino que conduce a la vida, se le presentan situaciones en las que deberá tomar decisiones que afectarán invariablemente su servicio y por ende, su perspectiva de alcanzar la vida eterna. Características de la vieja personalidad que podrían hacerle perder el equilibrio serían la excesiva confianza en si mismo ("a mi nunca me va a pasar"), caminar al limite de las normas de conducta ("yo sé hasta donde puedo llegar"), la impulsividad ("no pensé en lo que estaba haciendo, simplemente lo hice"), y negarse a escuchar consejo maduro ("el anciano me tiene mala, no me deja en paz. Tengo derecho a probar por mi mismo las cosas, tengo derecho a equivocarme. Si quisiera algún consejo ya se lo habría pedido").
Estas actitudes equivalen a seguir caminando por la linea del tren con los oídos tapados haciendo caso omiso al típico letrero del cruce de trenes: "PARE, MIRE, ESCUCHE".
Es interesante meditar en cómo enfoca este tema La Atalaya del 15 de Noviembre de 1986, en su pagina 28. Este articulo lo enfoca al matrimonio (aunque como ya vimos puede tener mas aplicaciones).
Al escoger cónyuge, muchos se apresuran en un torbellino de emociones a creer que esta es la única persona adecuada, sin ver mas allá. Por eso la revista dice: 

"Deténgase, mire y escuche. Deténgase y piense en lo serio del matrimonio. No mire a la persona con ojos cegados por el enamoramiento, sino objetivamente. Y escuche, también. ¿Habla él (o ella) desde el corazón, con expresiones amorosas de alabanza a Dios? ¿Ha dado prueba de desarrollo cristiano a través de un buen espacio de tiempo? El tiempo para empezar a considerar a la persona como un posible compañero para toda la vida sería después que hubiera demostrado su fidelidad y espiritualidad. Como sabiamente dijo un poeta:
“No solo debes casarte
con persona de valía,
también debes esperar
y hacerlo en el mejor día”.
¿Qué puede pasar si el corazón nos lleva a rechazar el buen consejo y el razonamiento objetivo? Pueden haber consecuencias desastrosas. Recuerde, la Biblia nos aconseja: ‘Se siega lo que se siembra’" (Gálatas 6:7)
Luego se citan dos experiencias de hermanas nuestras que eligieron mal a su cónyuge y por esto sus matrimonios terminaron de forma abrupta y dolorosa. ¿Qué aprendieron ellas?
“Obediencia —dice Jacqueline—. Aunque el consejo parezca duro o no parezca ser lo más conveniente, uno debe considerarlo como consejo que viene de Jehová, y obedecerlo de corazón.” (Gálatas 6:7; Salmo 86:11.)
“Aprenda a someterse a la guía que Jehová da (dice Maritza), y reconozca que Jehová utiliza a quienes uno menos se imagina para dar a conocer su voluntad”. Como dijo Jesucristo: “Presten atención a cómo escuchan”. (Lucas 8:18.) Sí, ¡deténgase, mire y escuche!


Aceptemos siempre la guía que Jehová ofrece en todo aspecto de nuestra vida. Jehová, nuestro creador "se interesa por nosotros" y quiere que seamos felices. Quiere que vivamos para siempre, ya no sumidos en este mar de dolor del viejo mundo. Si somos fieles, podremos disfrutar de bendiciones eternas "junto con los que de corazón limpio invocan al Señor" (1 Pedro 5:6, 7; 2 Timoteo 2:22).

No hay comentarios:

Publicar un comentario