viernes, 27 de mayo de 2011

ARTISTA EN EL ALMA


El pez necesita estar en el agua, la flor necesita estar arraigada en la tierra, el humano necesita el aire, el artista necesita expresarse. Y ser artista no se puede negar, está en tu esencia,todo lo que hagas tendrá plasmada tu huella creativa, aunque termines trabajando en otra cosa lo que eres en esencia no cambiará, pero para no enloquecer por esa virtud que quiere salir hay que darle espacio, hay que darle cabida de alguna manera, así podras ser feliz esperando el día en que tengamos la eternidad por delante y miremos hacia atrás y digamos: "Qué bueno que estoy aquí en el paraíso viendo este futuro maravilloso que me espera, qué bueno que mi talento no me dejó atorada en el viejo mundo como le pasó a tantos artistas egocéntricos cegados con su narcisismo, qué bueno que en el viejo mundo vi las cosas en perspectiva y estudié algo que me ayudó a mantenerme económicamente para servir a Jehová y ahora estar aquí con la vida eterna por delante... Gracias Jehová por la sabiduría que me has dado aun siendo joven porque la sabiduria misma conserva vivos a sus dueños".
A mí me pasó algo muy parecido, soy artista en el alma y no lo niego, y le doy su espacio y ello me resulta en grandes satisfacciones. A veces soy dibujante, a veces pintora, a veces soy compositora, otras veces soy cantante, y otras poquitas veces intérprete de instrumentos musicales, docente en técnica vocal y ahora escritora, pero para ganarme el sustento soy Asistente Dental, parece contradictorio pero no lo es, hasta en la odontología veo arte y esa vision iluminada "con el polvito de estrellas" como diría mi padre, me hace ver la vida y a la gente con una óptica única, resplandeciente y renovada día tras día.

Pero creo bueno destacar esto: para ganarse el sustento uno debe trabajar en algo y obtener su remuneración económica, pero para ganarse LA VIDA, hay que ser amigo de Dios y servirle con todo el corazón... no hay otro camino. Y aun así hay que destacar que la vida no la ganamos, no, la vida eterna es un "don", una dádiva que Dios da gracias a su bondad inmerecida (Romanos 6:23).
El ser artista en el corazón es un adorno de la vida, ser amigo de Jehová es la vida misma.

lunes, 23 de mayo de 2011

CARTA DE ÁNIMO NUMERO 1: CONFIANZA EN JEHOVÁ


27 Agosto 2007.

Estuve revisando un antiguo cuaderno en el que tengo varias cosas anotadas y me encontré con el tiempo en que empezaste a estudiar la Biblia. Me acordé del tiempo de la Asamblea Internacional del 2003 y de tu entusiasmo por conocer la verdad. He estado meditando profundamente en varias cosas y realmente pienso que no hay otra cosa más linda en la vida de un siervo de Jehová que permitir que Él nos utilice para que otras personas lo conozcan. Nada, nada de lo que pueda haber en este mundo, ni lo que te pueda ofrecer, incluso por las necesidades básicas de uno, nada puede llenar ese rincón del corazón que es el que te hace feliz: el sitio donde tu te dedicas a Jehová y le dices: “Jehová, soy tuya (o). Mi vida será para hacer tu voluntad”.
Hoy estuve leyendo la Atalaya del 15 de Agosto de 2007 en sus paginas 12 y 13 y estuve meditando sobre el magnifico ejemplo de fe de Abrahán. Él no retuvo NADA de sí para Jehová. Abandonó su casa en Ur, viajó constantemente por una tierra extraña expuesto a ataques y a hombres paganos.
Y cuando Jehová le pidió que diera en sacrificio a su hijo, él a pesar de no comprender por qué Jehová le pedía eso, estuvo dispuesto a cumplirlo.
Este episodio bíblico no solo nos enseña que la fe demuestra su calidad durante las pruebas, sino que también muestra que las pruebas hacen aflorar nuestros pensamientos y motivaciones más recónditos.
Cuando Isaac se da cuenta de que su padre lleva el fuego y la leña, pregunta con inocencia: “¿Y la oveja para el sacrificio?” ¡Qué angustia debe de haber sentido Abrahán! Pero respondió con sinceridad y confianza: “Jehová se proveerá la oveja para la ofrenda quemada” (Génesis 22:8).
Del mismo modo, cuando nosotros estemos pasando una prueba que no entendamos ni comprendamos por qué Jehová la permite, digamos como Abrahán:
“Jehová- Yiré”  (Génesis 22:14). Esto en hebreo quiere decir: “Jehová proveerá” o “Jehová se encargará de ello”. Dejemos en manos de Jehová las cosas de las cuales nosotros ya no nos podamos ocupar. El se encargará.



“Para que los que viven no vivan ya para sí, sino para el que murió por ellos y fue levantado” (2 Corintios 5:15).


 


sábado, 14 de mayo de 2011

"AUNQUE NO LUZCA COMO NUEVA"



Hoy día salió en las noticias el hallazgo de una bandera chilena que se encontraba sumergida en las costas de la isla Robinson Crusoe desde la fatídica madrugada del 27 de Febrero de 2010. Imposible será olvidar el terremoto y posteriores tsunamis que asolaron a nuestro país el año pasado, sin embargo esta bandera hoy es un mudo testigo del dolor, la destrucción y las lagrimas, ésas que lloraron tantos compatriotas al ver perdidos a sus seres queridos en ese mar tan inmenso, al que durante mucho tiempo vieron tranquilo pero que se transformó en un monstruo sin corazón que arrasó con todo a su paso.
Pero esa bandera (más que al símbolo patrio quiero referirme a ese trozo de tela ahora desteñido, sucio, sin su estrella, lleno de algas y roto) significa mucho, para mi significa el aguante, la entereza, el soportar con valentía el azote de los elementos, y por sobre todo, la resiliencia del ser humano. Esa bandera fue encontrada estos días y se le encargó a la Universidad de Valparaíso la tarea de restaurarla. Se le pondrá otra vez su estrella, se zurcirá con hilo de seda, se limpiarán los restos de algas y lodo, sin embargo aunque quedará limpia y sin agujeros no será una bandera nueva. Pero ni una bandera nueva tendría el valor que esta bandera tiene, pues esta tiene una historia que contar, hoy debe flamear y testificar sin palabras lo que en este país sucedió el año pasado.
Ahora pienso en tantos hermanos que han pasado su juventud y que hoy en día están siendo azotados por las tempestades de los años, las enfermedades y las pérdidas de seres queridos. En ellos y en mi misma pienso, que somos seres humanos frágiles, tan pequeños y débiles en comparación con Jehová y los poderosos seres espirituales. A veces siento que somos como una vasija de barro húmedo que se desgrana y se parte en pedazos cuando nos azota el “tiempo y el suceso imprevisto”.
Sin embargo allí estamos, firmes, aguantando la adversidad con valor, incólumes, resilientes. Y aunque el paso de los años y experiencias dolorosas como las pérdidas nos quiten lozanía en la piel, nos crezcan hilos de plata en el cabello o ensombrezcan nuestra mirada, nada, pero nada en el mundo podrá acabar con nuestra esperanza.
Y así como aquella bandera que fue hallada en el lecho submarino, esa bandera tiene una historia que contar y esa experiencia es lo que la hace valiosa, nosotros los fieles cristianos no querríamos rechazar nuestras experiencias difíciles, pues ellas nos han hecho crecer y madurar en la fe, estabilizarnos en la verdad y poder dar comprensión, animo y consuelo a nuestro hermano espiritual que esté sumergido en las profundidades del dolor.
Aunque una vez concluidas las tareas de limpieza, según palabras de la restauradora, la bandera “no luzca como nueva”, cuando esté remendada será un símbolo de la reconstrucción, el renacer y la esperanza. Así también nuestras marcas de dolor serán insignificantes comparadas con el gozo que experimentaremos al ver que todo vestigio del viejo mundo va desapareciendo de nuestras vidas. Estos dolores ya no subirán al corazón, pues “Dios limpiará toda lagrima de nuestros ojos.”




2 Corintios 4:7-9  “Sin embargo, tenemos este tesoro en vasos de barro, para que el poder que es más allá de lo normal sea de Dios y no el que procede de nosotros.  Se nos oprime de toda manera, mas no se nos aprieta de tal modo que no podamos movernos; nos hallamos perplejos, pero no absolutamente sin salida; se nos persigue, pero no se nos deja sin ayuda; se nos derriba, pero no se nos destruye.”
2 Corintios 4: 16-18  “Por lo tanto no nos rendimos; más bien, aunque el hombre que somos exteriormente se vaya desgastando, ciertamente el hombre que somos interiormente va renovándose de día en día. Porque aunque la tribulación es momentánea y liviana, obra para nosotros una gloria que es de más y más sobrepujante peso y es eterna; mientras tenemos los ojos fijos, no en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.”
Revelación 7:17  “Porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos”.



07 Mayo 2011

martes, 3 de mayo de 2011

SIN UN DIOS A QUIEN ORAR


Ellos crecieron en un mundo irreal
siempre protegidos por su caja de cristal,
ahora son adultos y comienzan a ver
gente enferma, pobre y mal en la vejez.

De niños el pasto, una alfombra ideal
tocando el piano en contra de su voluntad
de almuerzo loza china, alfombra de Afganistán,
vitrales italianos, unos cuadros de Renoir.

Chiquititos dicen: “Cuando grande quiero ser
un gran doctor y muchas vidas salvaré”.
Y ahora saben que esas vidas no las salvan de verdad,
porque el tiempo pasa y el mal regresará.

La vida es dura, arbitraria de verdad.
“No quisiera vivir”, dice un hombre más allá.
impaciente el paciente está en el hospital,
espera su turno, no sabe si llegará.

En la urgencia la vida de un suspiro se va.
El humano es frágil, no hay seguridad.
El joven de bata se pasea más allá
diciendo para sí:
“Nadie me dijo esta verdad”.

Vida y muerte los doctores ven allí,
imágenes que son imposibles de olvidar,
historias mezcladas, mentiras y verdad.
Corazón endurecido, la costumbre es así.

(Cuando ya es un gran médico 
le pregunto si es feliz.
Quiere disimularlo 
pero sé que no es así).

Los esfuerzos no sirven,
el corazón no late más… 
mirada perdida, el doctor camina atrás,
no tiene un Dios a quien pueda orar
y menos el poder para resucitar.

El Mercedes Benz estacionado mas allá,
graduado en el 2000, el orgullo de la universidad.
Por turnos tan largos una eminencia nació.
Por turnos tan largos una familia se perdió.

Hoy a su hijo lo ve poco al mes,
aunque lo tiene inscrito 
en clases de violín e ingles
El niño tiene todo pero no alcanza a comprender…
por qué su papá no vive con él.

SER PRECURSOR

Tengo en mi bolso 
la semilla que da vida
la luz de mi vereda,
la verdad que no se olvida.

Se la llevo a las personas 
que esperan conocer
la respuesta a sus preguntas,
el agua que calma su sed.

Muchos podrán perseguirme,
Satanás con pruebas tentarme,
yo contesto: “No voy a rendirme,
Jehová me impulsa a seguir adelante”

Gracias Jehová por amarme,
por conocerte, por poder servirte,
porque la oportunidad de cambiar me diste,
por dar a tu hijo y así rescatarme.

Por eso seguiré adelante
demostrando a muchos mi amor
mostrando un integro ejemplo de aguante:
“En el tiempo del fin yo fui un fiel precursor”…
lo diré en el Milenio cuando hablemos de antes.

(2003-2009)

GRACIAS JEHOVA


Cuando miro a aquel pasado
en todos esos errores pienso
sus detalles veo en el recuerdo,
pero eso Dios ya lo ha perdonado.

Se extendió mi alma en gratitud
por todos sus beneficios para conmigo.
El amor perfecto en sus alas se lleva cautivo
el dolor, la culpa y la ansiosa solicitud.

Yo te doy diez, me devuelves un millón,
tu mano generosa nunca ha fallado.
Mi error fue mirar atrás al pasado,
tu me recuerdas que el futuro será mejor.

De la mano me llevas, tus brazos me cercan
tu bondad amorosa la llevo conmigo.
Busco tu favor y por eso hoy digo:
“Dame tu espíritu, humildad y obediencia”.

Mi corazón dice: “Gracias” agitado en sentimiento
por mil razones, por conocerte, por servirte.
Porque la oportunidad de cambiar me diste
por darme lo que no pedí, por ahorrarme sufrimiento.

Gracias por permitirme conocerte.
Gracias por darme la oportunidad de servirte.
Gracias por amarme y por tu hijo rescatarme.
Gracias por haberme dado…
  una razón para vivir.


“Pues tú has librado mi alma de la muerte, mi ojo de las lágrimas, mi pie de tropezar. ¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo? Mis votos pagaré a Jehová, enfrente de todo su pueblo” (Salmo 116:8, 12, 14, 18,19).

lunes, 2 de mayo de 2011

MOTIVADORES EJEMPLOS DE FE


-Trabajando en Betel para la remodelación (Febrero 2008), en mi rato libre observé una escena conmovedora.
Durante el descanso del almuerzo siempre me fijaba en una pareja de siervos internacionales de la construcción, un matrimonio ejemplar.  Allí en el descanso después del almuerzo todos los días leían la Biblia juntos y oraban en voz baja tomados de la mano.
Una vez  se quedaron dormidos en un gran sillón que estaba fuera de la Biblioteca, con la Biblia abierta en sus manos… estaban tan cansados pero no olvidaban leer la Palabra de Dios.

-Cuando comencé a asistir a una congregación de Señas vi un discurso muy lindo de un hermano sordomudo.  Este hermano, ya mayor, tiene visión en un solo ojo. Se subió a la plataforma solo con su bosquejo. Vestía de forma impecable, su pelo corto y peinado. Su corbata derecha.
Se subió sin Biblia, pero se valió de un traductor para los textos que citó. Cuando se bajó de la plataforma para ver el consejo que le darían en señas, se sentó en la fila delante de mi, y dejó su bosquejo al lado de el. Yo pude ver el bosquejo y vi solo dibujos, solo señas dibujadas… eso me impresionó mucho. Sorprendida se lo mostré a la hermana a mi lado y ella me dijo: “Ese es su bosquejo. Él no sabe leer, aun así el jamás falta a un discurso, ama su privilegio”
Sentí un nudo en mi garganta.

-Una tarde, tomando once con dos hermanas no oyentes, una de ellas me habló de su pena por la muerte de su padre, hace años ya. Yo la consolé con la esperanza de la resurrección.  Ella me dijo que se siente feliz de imaginar ese momento, tanto que lo dibujó. “¿Cómo?” pregunté, y le pedí que me mostrara el dibujo.
Bueno allí estaba ella dibujada abrazando a su padre en el paraíso y en el cielo Jesús entronizado mirándolos a ambos y dándoles su bendición.
Y pensé tantas cosas… ella con todas sus limitaciones físicas, depresiones, soledad, tiene una gran fe y una viva esperanza.  En ese momento con tantos sentimientos encima y con el dibujo en las manos se me saltaron las lágrimas. Ella me preguntó en señas “Tú... pena, ¿por qué?”, a lo que respondí: “No es tristeza, me siento feliz al ver tu fue tan firme, quiero imitar tu ejemplo".

Viendo todos estos ejemplos, pienso que aun con todas las limitaciones físicas y/o emocionales que uno pueda tener, sí podemos darle a Jehová todo lo que permitan nuestras circunstancias, y darlo intensamente, con todo el corazón.  Y Él completará lo que nos haga falta.

“Pero después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, el Dios de toda bondad inmerecida, que los llamó a su gloria eterna en unión con Cristo, terminará el mismo el entrenamiento de ustedes; él los hará firmes, él nos hará fuertes” (1 Pedro 5:10).