viernes, 17 de febrero de 2012

NO ES LO QUE PARECE





Cerca de mi casa había un sitio eriazo el cual  no tenia esperanza de ser ocupado con algo útil, hasta que un día vi que llegaban camiones con arena y ripio. Exclamé: ¡Por fin van a construir algo aquí! 
El problema fue que no empezó ninguna construcción... llegaban camiones con arena y luego se llevaban arena, llegaban con ripio y se llevaban ripio. ¿Qué sucedía?
No era una construcción, sino un deposito de áridos, materiales de construcción.
Ahí me di cuenta de que las cosas no son lo que parecen. ¿Cuantas veces hemos juzgado algo según su apariencia? ¿Cuantas veces creímos algo que no es por no saber el trasfondo?


Bien dice la Biblia:
"No mires su apariencia ni lo alto de su estatura, porque lo he rechazado. Porque no de la manera como el hombre ve es como Dios ve, porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos, pero en cuanto a Jehová, el ve lo que es el corazón"
(1 Samuel 16:7).


"Y sobre el tiene que asentarse el espíritu de Jehová, el espíritu de sabiduría y de entendimiento [...]. Y el no juzgará por la mera apariencia de las cosas a sus ojos, ni censurará simplemente según lo que oigan sus oídos"
(Isaias 11:3).


Para meditar...

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