sábado, 21 de julio de 2012

PARA GANAR HAY QUE PERDER


Cuantos hemos tenido pruebas duras en la carrera como cristianos, muchas veces hemos tenido que renunciar a cosas que tal vez hubieran sido valiosas desde el punto de vista carnal, pero un obstáculo en lo espiritual.
Mateo 5:29, 30 habla de arrancarse un ojo o una mano con tal de obtener la vida, esto es, eliminar de nuestra vida cosas que pudieran hacernos tropezar a nosotros mismos e impedir que nos dedicáramos a Jehová con todo el corazón.
Sin embargo, 1 Corintios 8:12, 13 habla de evitar hacer cosas que pudieran hacer tropezar a un hermano en la fe.
Vemos entonces que hay que evitar hacer cosas para que UNO MISMO no tropiece, y evitar hacer cosas para no hacer tropezar A LOS DEMAS.
La Atalaya del 1 de Octubre de 1978 en su pagina 29 dice: “Es común entre la gente el que un individuo esté dispuesto a perder literalmente una extremidad con el fin de conservarse la vida.”
Y La Atalaya de 1 de Julio de 1973 pág. 400 dice además:
“Después de eso (Jesus) dijo que uno debería arrancarse un ojo si este ojo lo hacía tropezar o que la mano debería ser cortada si la mano lo hacía tropezar. Entonces (la extremidad) debería ser inmovilizada cuando se enfrente a la tentación, como si un cirujano la hubiera amputado del cuerpo.
Pablo lo expresó de otra manera en 1 Corintios 9:24-27: “¿No saben ustedes que los corredores en una carrera todos corren, pero solo uno recibe el premio? Corran de tal modo que lo alcancen. Además, todo hombre que toma parte en una competencia ejerce gobierno de sí mismo en todas las cosas. Pues bien, ellos, por supuesto, lo hacen para obtener una corona corruptible, pero nosotros una incorruptible. Por lo tanto, la manera en que estoy corriendo no es incierta; la manera en que estoy dirigiendo mis golpes es como para no estar hiriendo el aire; antes aporreo mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo no llegue a ser desaprobado de algún modo.”
Puede que muchos de nosotros estemos corriendo esta carrera a la par con otros compañeros cristianos con un miembro menos (sin un ojo, una mano o una pierna, figurativamente hablando), por lo cual a veces se nos hace más difícil y más penoso y los demás no lo comprenden del todo. Vean la foto:


Vemos entonces que para obtener la vida eterna, a veces hay que perder algo preciado. Pero sabemos que Jehová ve cuanto nos esforzamos, y cuanto mas difícil se nos haga ser fieles, Jehová nuestro Padre está mirando y nos dará nuestro galardón, pues el no es injusto para olvidar nuestra obra. El ve nuestras motivaciones y eso es lo que premiará: “El amor que mostraron para con su nombre” (Hebreos 6.10)

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