Me maravilla
observar las infinitas diferencias de cada ser humano, sus rostros, sus rasgos,
su forma de caminar. Por lo mismo me maravillan las infinitas diferencias entre
hombres y mujeres, como somos, como razonamos y como sentimos. Por poner un
ejemplo, cuando Jehová creó a Eva, no se la dio como amiga a Adán. Cuando
Jehová crea a Eva instituye el arreglo matrimonial y así comienzan las
relaciones humanas, esposos, padres, hijos, amigos.
Pero no solo la configuración
física nos hace distintos, sino también la forma en como pensamos y sentimos.
Hay mucha gente que no entiende el arte, no entiende ciertos chistes o no se
emociona con bellas poesías. ¿Por qué? ¿Es que el arte y sus manifestaciones no
existen? Vamos nuevamente a las fascinantes Neurociencias.
Las emociones son
percibidas justo por la parte del cerebro creativo. De esto es responsable el Hemisferio Derecho de nuestro cerebro. "Dicho hemisferio presenta más conexiones nerviosas tanto consigo mismo
como con todo el resto del cerebro. Asimismo tiene fuertes vinculaciones con
centros emocionales como la amígdala cerebral y las regiones subcorticales de
toda la parte inferior del cerebro. En palabras de un científico: 'Si se miden
las ondas cerebrales electroencefálicas en un momento creativo, resulta que hay
una gran actividad gamma que alcanza un peak 300 milisegundos antes de que se
nos ocurra la respuesta. Esa actividad indica un enlace neuronal, células
cerebrales muy distantes se conectan en una nueva red nerviosa, como por
ejemplo justo antes de una nueva asociación'.
Esa función intensificada se concentra en la zona
temporal localizada en el costado del neurocórtex derecho. Se trata de la misma
área que interpreta las metáforas y entiende los chistes. Permite comprender el
lenguaje del inconsciente, lo que Freud llamó el 'Proceso Primario': el
lenguaje de los poemas, del arte, de los mitos. Es la lógica de los sueños,
donde todo vale y lo imposible es posible". (Cita del libro "El cerebro
y la inteligencia emocional. Nuevos descubrimientos", de Daniel Goleman).
Somos distintos
según nuestra genética y el ambiente en que nos desarrollamos. Pero la facultad
de crear arte y apreciarlo parece variar enormemente… y nos hace vulnerables al
sentimiento pues el arte y el cerebro emocional están ligados íntimamente. Por
eso los músicos somos diferentes, somos un poco inestables y se tiende a ver
las cosas a través de un cristal no muy realista. Eso hay que equilibrarlo, afinarlo, pues
Jehová quiere ahorrarnos muchos dolores. Para poder mantener el equilibrio la Biblia nos ayuda con la
sabiduría divina, una sabiduría Superior:
"Todo su espíritu es lo que el estúpido deja
salir, pero el sabio lo mantiene calmado hasta lo ultimo" (Proverbios
29:11).
"Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede
a ocultarse" (Proverbios 22:3)
"En la abundancia de palabras no deja de haber
transgresión, pero el que tiene refrenados los labios está actuando
discretamente" (Proverbios 10:19)
Ejemplos de
estabilidad:
Los números. Los
números son una belleza de estabilidad. Siempre números y formulas en cualquier
época y calculados por cualquier ser humano bien entrenado darán el mismo
resultado.
La música es
matemática y también es inalterable en su esencia. Su interpretación puede
variar en volumen y velocidad pero las notas no cambian y todo músico que
escuche las primeras cuatro notas de la Quinta Sinfonía de
Beethoven sabrá que es ésa sinfonía
de ése autor.
Pero ¿quién puede
interpretar un abrazo, una mirada, una sonrisa? "El corazón de un hombre
es como aguas profundas" dice la
Biblia , pero como "El corazón es traicionero y
desesperado", también nos puede llevar a conclusiones erróneas en cuanto a
las relaciones humanas, sobre todo cuando interactuamos con el sexo opuesto. Es
muy fácil perder el equilibrio emocional (Proverbios 20:5, Jeremías 17:9).
(Foto: Los jovenes preguntan, Despertad, editada por la Watchtower Bible and Track Society)
Un
cuidado que debemos tener los artistas o quienes viven con el hemisferio
derecho a mayor actividad es no dejarse dominar por él. La Biblia advierte: "El
que confía en su propio corazón es estúpido, pero el que actúa con sabiduría es
el que escapará" (Proverbios 28:26). Hay que "afinar" nuestro
cerebro y corazón para no salir dañados (o TAN dañados).
Vamos al ejemplo
de la música otra vez. Una orquesta se compone de muchísimos instrumentos
distintos que han de tocar juntos y sonar armoniosos. Para ello deben estar
afinados perfectamente. Generalmente el primer violinista se pone de pie y da
la nota LA natural de su violín, la cual ha sido afinada a sus perfectos 440
Hertz. En seguida todos los instrumentistas se aseguran de haber oído bien la
nota y afinar sus instrumentos tal como han oído aquel LA natural. Pero ¿y si
alguno escuchó mal? ¿Y si el primer violinista esta desafinado? ¿Si no tiene
justo 440 Hertz, sino, 443?
Entonces, hay que
recurrir a algo externo, algo infalible, algo no humano que nos dé los 440 Hertz precisos. Acá interviene el Diapasón, un pequeño
articulo de metal de una forma determinada que al golpearlo ligeramente con la
mano y acercarlo al oído nos da el LA exacto, 440 Hertz.
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DIAPASONES |
En nuestra vida
como cristianos habrá momentos en que nuestra mente emocional nos quiera hacer
actuar de una forma "desafinada", o "desatinada". Puede que
pidamos consejos y puede que el consejero también esté "desafinado" si
no se basa en principios correctos. ¿Qué hacer entonces? Recurrir al Diapasón
espiritual: La Biblia y las publicaciones basadas en ella. En
la Biblia SIEMPRE
encontraremos la sabiduría exacta para actuar en armonía con lo que Jehová
quiere de nosotros.
¿Se han dado cuenta de cuantas veces al
predicar, enseñar y en las reuniones se usa esa palabra? ARMONIA con la
voluntad de Dios, ARMONIA con los principios bíblicos. La palabra armonía es una palabra que justamente se
usa en música y denomina 3 o 4 notas distintas que al ser tocadas juntas son
como una caricia al oído, es algo enternecedor, agradable, justo y preciso. Eso
es lo que queremos los siervos de Dios, del Dios verdadero, "que nuestro actuar, nuestro pensar, resulten
gratos al Señor Universal" (Cantico 175, Canten Alabanzas a Jehová).
Atalaya 15 de Octubre de 2011 págs. 13 – 17.
Esto lo digo [...] para moverlos
a lo que es decoroso y a lo que resulta en atender constantemente al Señor sin
distracción (1 Cor. 7:35).
Las
relaciones personales entre hombres y mujeres son fuente de grandes alegrías,
pero también de inquietudes y frustraciones. Los cristianos hacen bien en
buscar la guía de Jehová a fin de mantener el equilibrio emocional al tratar
con el sexo opuesto. Pero esa no es la única razón por la que deben acudir
a su Padre celestial. Hay solteros que, aunque están contentos con su estado,
sienten que los amigos o familiares los presionan para que busquen su “media
naranja”. Otros, por el contrario, desean casarse, pero no encuentran la
pareja adecuada. Y los que ya han comenzado un noviazgo necesitan
orientación sobre cómo prepararse para las responsabilidades matrimoniales.
Además, estemos casados o no, todos nos enfrentamos a situaciones que ponen a
prueba nuestra pureza moral. Sean cuales sean nuestras circunstancias, está
claro que repercuten en nuestra felicidad y, más importante aún, en nuestra
relación con Jehová. Una precursora soltera de Estados Unidos escribió:
“Algunos creen que para ser feliz hay que casarse. Pero yo he comprobado que la
verdadera felicidad no depende de eso, sino de nuestra amistad con Jehová.
Claro, la soltería exige sacrificios, pero si se le sabe sacar partido, es un
regalo fantástico”, y agregó: “En vez de obstaculizar la felicidad, ser soltero
puede favorecerla. Jehová nos quiere mucho a todos, sin importar que tengamos
cónyuge o no”.